Según la duración del embarazo, el feto debe alcanzar un crecimiento determinado. Aunque hay variaciones según la raza, el sexo y las circunstancias ambientales, los recién nacidos que no alcanzan el mínimo de peso o de longitud esperados se consideran pequeños para la edad gestacional, y entran en una categoría de riesgo.
La duración y calidad del sueño nocturno influye también en la aparición de obesidad. Los niños y adolescentes que duermen menos horas tienen casi el doble de riesgo de sobrepeso que los que duermen 8-10 horas diarias.